Los comerciantes aseguran que la construcción del nuevo puente atrajo a más compradores. Muchos usuarios vivían en el norte. También llegan de La Aurora.

Jenny Montesdeoca siempre compraba frutas, verduras y mariscos en el mercado de Sauces 9. Sin embargo, tuvo que empezar a conseguir estos alimentos en otro lado cuando, hace dos años, su hija la llevó a vivir a una de las urbanizaciones ubicadas en la avenida Samborondón.

“Yo antes vivía en La Garzota, pero mi hija compró una casa por allá (La Puntilla) y me llevó. Por el tráfico se me hacía complicado venir, además que el mercado quedaba muy lejos, porque tenía que darme la vuelta”, menciona la señora.

Ahora ha vuelto a comprar allí, asegura, porque se hace 10 minutos desde su casa si utiliza el nuevo puente que une a Samborondón con Guayaquil.

“Aquí uno gasta sus 100 dólares, pero lleva de todo. Viniendo por el puente uno llega rápido y los domingos casi no hay tráfico”, explica la cliente.

Según los comerciantes, al igual que Montesdeoca, muchos habitantes de urbanizaciones de la vía Samborondón han decidido empezar a comprar sus productos en el mercado, especialmente luego de la inauguración del viaducto, que está a un kilómetro del centro de abastos.

“Cambió el ambiente. El puente ayudó mucho a que más personas puedan llegar. Se ha hecho más concurrido el mercado. Yo tengo aquí 15 años y tengo clientes de Samborondón, pero dejaron de venir porque se les complicaba salir de La Puntilla. Luego enviaban nomás a ver los productos, pero no venían ellos”, cuenta Marianita Valenzuela, una de las comerciantes.

Jhonny Sagñay, también vendedor, indica que la mayoría de sus nuevos clientes llega desde La Aurora, y por recomendación de familiares y amigos. Él se atreve a dar cifras comparativas.

“Si antes llegaban 10 clientes de allá, ahora nos visita casi el doble. Aunque las ventas han caído un poco en los últimos meses, sí hemos visto un incremento de compradores de Samborondón, especialmente de personas que antes vivían acá en el norte”.

Estacionamiento. Los fines de semana, los usuarios del establecimiento deben llegar temprano para no encontrarse con la fila de carros que intenta estacionar en los pocos espacios que hay adentro.

Esa realidad es confirmada por Éricka Araujo, jefa del mercado Sauces 9. “Este lugar es medio aniñado, por así decirlo, por el tipo de clientes que atiende. Nosotros también asumimos que la preferencia se debe a la cercanía que hay”.

Además, la funcionaria indica que los clientes también resaltan la variedad de productos que allí se expenden.

Según datos de la Dirección de Aseo Cantonal y Mercados del Municipio, un estimado de 43.000 usuarios visitan semanalmente el centro de abastos. El sábado es el día que más clientes se reciben (15.000). La atención al público inicia a las 06:00 y termina a las 15:30.

Javier Mendoza, también morador de La Puntilla, asegura que decidió ir a comprar a Sauces por pedido de su suegra. “Hace poco tuvimos una reunión familiar y teníamos que comprar mariscos para un cebiche. Ella me dijo que consiguiera acá los ingredientes y desde esa fecha prefiero venir. Mi casa está muy cerca del nuevo puente y literalmente me hago seis minutos”.

Además de los productos, muchos clientes llegan al sitio para consumir desayunos y almuerzos en puestos que han sido reconocidos en ferias gastronómicas como Raíces.

Fuente: Diario Expreso.ec